HEROÍNA. Solemos relacionar esta palabra con el típico personaje de mujer osada y empoderada, que acepta, por gusto u obligación, llevar a cabo una misión extraordinaria, para la cual, no obstante, termina hallándose excelentemente bien preparada.
Y sí, por supuesto que personajes como estos son increíbles, y tienen mucho para enseñarnos. Sin embargo, hay otras heroínas, que también son dignas de admirar, y que a veces pasan desapercibidas, al no realizar portentosas proezas, sino pequeños grandes logros humanos.
Porque, ¿cómo me van a decir que no es de aplaudir que una joven luche por conocer y dominar sus sentimientos, por forjar su carácter y por adquirir madurez emocional? ¿Cómo no vamos a reconocer estas espectaculares hazañas de la cotidianidad?
Empero, si aún dudas del valor que ha de tener una heroína como la que ha de hacer estas cosas que menciono, te invito a leer esta y, en general, cualquier obra de Jane Austen. Te aseguro que sus personajes femeninos acabarán de convencerte de esta idea.
En “La abadía de Northanger”, conoceremos a Catherine Morland, una muchacha aficionada a las novelas, que sueña con vivir su propia aventura, y que, guiada por este deseo, viaja con unos amigos a pasar una emocionante temporada lejos de casa. Y, aunque al principio su visita se le antojará algo aburrida, al empezar a forjar amistades y a aceptar invitaciones, comenzarán sus dramas y sus divertidas peripecias, propias de una joven inocente en una sociedad maliciosa e intrincada.
Esta es una novela maravillosa que, a través del humor y la ironía, realiza fuertes críticas sociales a la clase alta del siglo XIX, con todo y sus preocupaciones excesivas por conservas las formas, su interés desmedido por alentar relaciones basadas en el interés social y económico, y sus comportamientos llenos de descarada hipocresía.
Y en lo que a la historia se refiere, lo que nos encontraremos aquí será una trama emocionante, en la que predominarán las tensiones románticas, las habladurías, los malos entendidos y situaciones tanto absurdas y angustiantes, como tiernas y adorables.
Puntuación: 5/5