NO ELEGIMOS. A veces no podemos elegir a quién amar. En ocasiones no se nos es dada la posibilidad de decidir a quién entregar nuestro corazón. No. Hay momentos en los que simplemente dejamos de tener el control sobre lo que sentimos, porque aparece alguien que, de forma inesperada, llega a nuestra vida y termina metiéndose hasta lo más profundo de nuestro ser.
Y es que, si pudiéramos, nunca optaríamos por amar a quien está más roto que nosotros; a una persona cuyos problemas y monstruos se perciban más grandes y aterradores que los nuestros. Ahora bien, no digo que aquello esté mal, porque, después de todo, esos individuos caóticos y profundamente heridos, son los que más necesitan que alguien los quiera; como, justamente, ha de ser el caso de Luke, el protagonista de esta novela.
¿Pero quién es Luke? Bueno, pues él es un chico que vive enojado con la vida; un joven solitario y taciturno, que repele a todo aquel que osa acercársele y que se muestra como un tipo duro al que no le importa el futuro, ni el presente, al solo encontrar placer y distracción en drogarse como si no hubiese un mañana.
Sin embargo, esa imagen solo es una fachada. Y eso es lo que poco a poco irá descubriendo Hasley, una chica que un día se percatará de su existencia y empezará a sacar a la luz su brillo; uno en el que nunca nadie se había fijado antes.
Esta es una historia de amor, compleja, imperfecta y dolorosa, pero aun así inolvidable, de una adolescente del común, quien después de toparse con un muchacho destruido, no querrá alejarse hasta no lograr que este salga de su infierno, incluso a sabiendas de que su cariño no será suficiente para salvarlo.
Una novela tan tierna, como dura y triste, la cual aborda, sin romantizar, cuestiones reales y complejas entre los jóvenes, como lo son las relaciones tóxicas y las adicciones.
Y no, no se trata del típico romance de instituto entre chica buena y chico malo. En realidad, ni la protagonista ni sus decisiones serán perfectas aquí, y, por el lado de Luke, ya les digo que distará mucho de encajar con el prototipo de muchacho problema que conocemos.
Puntuación: 4/5
No hay comentarios:
Publicar un comentario