AMORES DE PELÍCULA. ¿Quién no ha llegado a soñar con uno? ¿Quién no ha fantaseado con vivir un romance de esos que hacen que la vida sea más bella, que el tiempo se detenga y que el corazón se acelere? No sé ustedes, pero yo aún conservo la esperanza de un día experimentar algo así.
Y no. No es que sea soñadora e idealista, y que pretenda que el amor en la vida real sea como en las ficciones más utópicas. No.
Yo sé que el amor nunca es perfecto, que cambia con el tiempo, y que siempre ha de enfrentar dificultades. Empero, también estoy convencida de que el amor verdadero puede ser hermoso y poderoso, tanto como nos lo pinta esta historia.
Un anciano carga con un cuaderno viejo, y cada día le lee la historia, que se encuentra escrita en él, a una mujer mayor, que vive perdida en su mente.
La historia en cuestión seguirá a Noah, un hombre que acaba de reformar la casa en la que catorce años atrás viviera con una chica, llamada Allie, momentos inolvidables en un verano de poesía, sentimientos y sueños, que lo habría marcado para siempre.
Y, bueno, al parecer aquella experiencia también habría dejado una huella honda en Allie, pues a postas de su matrimonio con otro hombre, decidirá volver a ver a su amor de adolescencia, guiada por un artículo de periódico, el cual hablará de Noah y de la reconstrucción de la mentada propiedad.
Esta es probablemente la historia de amor más dulce que vas a leer. Es un bello recordatorio de que el amor real es invencible; que cuando amas de verdad no hay obstáculos que no se puedan vencer; que el amor puede más que los problemas, el dinero, la enfermedad, la distancia, el tiempo y la memoria.
Este es un libro tierno, que te encoge el corazón y que te llega al alma. Es una novela que emociona, que conmueve hasta las lágrimas, y que jamás vas a olvidar.
Y, aunque quizás desde las primeras páginas sospeches lo que está ocurriendo en la historia, no podrás dejar de sorprenderte con esos momentos mágicos que se irán gestando entre los personajes, los cuales habrán de ser tan lindos como dolorosos, tan esperanzadores como descorazonadores.
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