Es normal que uno tenga ciertos gustos y que se incline hacia determinados pasatiempos, artes y/o deportes. Sin embargo, lo que no es tan común, es que una de aquellas preferencias adquiera una importancia tal en nuestra vida, que se convierta en una verdadera pasión, capaz de orientar nuestra existencia y darle un sentido a la misma.
Pues, bien, aquello es exactamente lo que le ocurre a la protagonista de la presente historia, con el ajedrez.
Beth es una niña que, luego de perder a su madre, va a parar a un orfanato, lugar en el que hará dos descubrimientos trascendentales.
En primer lugar, estará un juego que rápidamente se adueñará de todos sus pensamientos y le dará un motivo para superarse cada día. Empero, en contraste con aquel encuentro afortunado, se topará con la que será su primera adicción: unas pastillas de las que pronto se volverá dependiente, en un intento de calmar su mente.
Así, entonces, comienza la historia de Beth, una niña prodigio, solitaria y competitiva, pero con unos niveles de determinación y de superación increíbles, que la llevarán a incursionar en un mundo dominado por hombres y a coronarse como una reina en aquel entorno, pese a los conflictos emocionales y a las adicciones de las que se verá plagada su vida.
Una novela trepidante que nos habla de la importancia de hallar ese algo que nos impulse a seguir adelante pese a las dificultades que hallemos en el camino, pero que al mismo tiempo trata del daño que podemos hacernos a nosotros mismos cuando intentamos huir de la soledad aletargando nuestros sentidos por medio de adicciones corrosivas como lo son las drogas y el alcohol.
Que sí, la obra está llena de tecnicismos e innumerables jugadas de ajedrez, mas apenas menciono esta cuestión de pasada porque no considero que sea necesario ser un avezado en la práctica del deporte para encontrar deleite en el libro e identificarse con esa heroína de carne y hueso, que se emociona, sufre, se tambalea, cae y vuelve a levantarse, como debiéramos hacer todos nosotros ante los obstáculos que nos impidan alcanzar nuestros objetivos.
Puntuación: 4.5/5