EL REY MIDAS. Todos hemos oído hablar de él. Todos conocemos la historia de aquel monarca codicioso que pidió y obtuvo el poder de convertir en oro cualquier cosa que tocara. Y, ¿para qué negarlo? Todos hemos llegado a envidiarlo, y a compadecerlo también. Porque, vamos, el rey tenía un don, sí; pero un don maldito.
Ahora bien, aunque este libro nos hablará de ese mismo Midas, aquí su personaje habrá de estar dotado de otras características, bien particulares, que no se le atribuyen en la leyenda original.
Y es que el Midas de esta historia no solo será ambicioso; también será joven, apuesto y lujurioso.
Imagina cómo habrá de ser de lujurioso, que uno de sus pasatiempos favoritos será el de tener orgías con esclavas sexuales, conocidas como "monturas reales".
Ahora bien, por mucho que Midas disfrutará aquí de sus encuentros con estas chicas, solo va a venerar a una de ellas: a Auren, su preferida, su mascota; una mujer de piel de oro, a la que habrá de guardar en una jaula y proteger de todo el mundo.
Empero, aunque podría creerse que Auren tendría que repudiar a este rey, que fungirá de amo para ella, resulta que lo amará y justificará todos sus comportamientos... O, al menos, habrá de ser así hasta que salga de su prisión dorada y empiece a abrir los ojos a una realidad de la que no habría sido consciente, estando, como estaba, en una vida rodeada de lujos, pero sin la más mínima libertad.
Este es un retelling oscuro, que aborda temáticas sensibles y complejas, tales como lo son la violencia, la esclavitud y la agresión sexual.
No obstante, y a pesar de manejar dichas cuestiones, la historia no se queda en el morbo y en la perversión. Para nada. Esta novela va mucho más allá, siempre que nos muestra la increíble transformación de un personaje que, de la sumisión más absoluta y de la mayor pasividad, pasará a ser alguien con voz y decisión propia, a quien ya no será tan fácil manipular y subyugar.
Además, comenzaremos a vislumbrar cierto conflicto político y social de un mundo que, pese a haber querido cortar lazos con la magia, no ha podido prescindir de ella.
Puntuación: 4/5
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