ADOLESCENCIA. ¡No hay edad que sea más conflictiva que esa! Es un momento de la vida en la que somos tremendamente contradictorios, incomprensibles y caóticos.
Y es que es allí cuando nos desvivimos por mostrarnos auténticos, pero al final terminamos siguiendo un mismo patrón de comportamiento para encajar con los demás; cuando proclamamos a los cuatro vientos que somos invencibles, pero por dentro nos encontramos librando una batalla continúa contra nuestros miedos e inseguridades; cuando lo sentimos todo con inmensa intensidad, pero nos esforzamos al máximo por mostrarnos rudos y frívolos.
Sí, sin duda alguna la adolescencia es una época la mar de complicada; repleta de altibajos, problemas y equívocos.
Es una edad en la que es harto frecuente extraviarse, desviarse del camino, perderse a sí mismo; como, justo ha de pasarles a los personajes de esta historia.
Ryen y Misha son dos jóvenes que llevan comunicándose por cartas desde muy chicos; desde que sus profesores los emparejaran guiados por una cómica confusión. De eso, ya hace siete años. No obstante, pese al paso del tiempo, hay dos cosas que se han mantenido intactas entre ellos: la confianza que se profesan, y su férrea determinación de conservar su relación tal y como empezara, evitando encontrarse o verse en persona.
El problema aquí es que un día Misha se topará por accidente con Ryen, y descubrirá que es muy diferente a como esta se le mostrara en las cartas. Entonces se sentirá traicionado, mas no residirá en él el decidir qué hacer al respecto, puesto que una serie de situaciones límite e inesperadas, lo harán por él, convirtiendo así su relación con Ryen en una maraña de secretos, tensiones, desprecios, amor y deseo, que los dañará, pero también los ayudará a crecer.
Este es un libro en el que hallaremos a la juventud en su expresión más oscura y complicada. Temas como el bullying, el abuso, las drogas, la depresión, la hipocresía y las traiciones, son los que veremos aquí, tratados de forma cruda, explícita, e incluso incómoda.
Una novela absorbente, candente e intensa, para disfrutar, mas nunca para imitar.
Puntuación: 4/5
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