EXISTENCIAS DESGRACIADAS. Aunque suene dramático, y poco realista, en el mundo siempre ha habido individuos que parecieran haber nacido únicamente para sufrir. Ya saben, esas personas que enfrentan una tragedia tras otra, que solo saben de abandono, dolor, pérdida y rechazo. Sujetos así los hay en la vida real y, por supuesto, en la ficción.
Y, como lastimosamente no son pocos los casos que llegamos a conocer de gentes con esta clase de suerte, suele ser difícil que ya una vida de esas llegue a conmovernos. Difícil, sí… mas no imposible. Porque entre tantas historias de desgraciados, siempre van a haber unas que nos sigan llegando al alma, que nos despierten compasión y empatía; como, en efecto, lo es la de Blaze, el protagonista de esta novela.
Blaze es un hombre de pocas luces; un retrasado mental, para mejor decir. Pero, también, es un individuo que bien podría intimidar a razón de su gran tamaño. No obstante, la combinación de estas dos características da como resultado que su presencia, lejos de inspirar temor, sea percibida como inofensiva.
Empero, la cuestión aquí es que Blaze no es del todo inofensivo. En realidad puede resultar hasta peligroso, dedicándose, como lo hace, a la delincuencia.
Ahora bien, ¿cómo es posible que un tipo como él terminara en el camino del crimen? ¿Qué lo ha de llevar a ese momento decisivo, que veremos al inicio de este libro, y que implicará el rapto de un bebé? Pues eso es lo que iremos viendo a lo largo de la obra.
Combinando dos tiempos narrativos, uno que nos mostrará el trágico pasado de Blaze, y otro que nos llevará a seguirlo a través de su incierto presente, esta novela tocará nuestras fibras más sensibles, y nos encogerá el corazón con una historia de abusos, soledad y golpes crueles del destino, para con un individuo que en algún momento querremos abrazar y proteger de todo mal, aunque sepamos que tratándose de un personaje de King, es algo que no podremos hacer.
Una novela del Rey publicada bajo un seudónimo, pero que conserva la esencia y la maestría de este genio de la narrativa.
Puntuación: 4.5/5
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