HISTORIAS QUE NO QUISIÉRAMOS VIVIR, PERO QUE NOS FASCINA LEER. Eso es lo que nos regala King en casi todos sus libros. Y este de aquí no es la excepción a la regla.
Un auto sanguinario que atrae a las personas para asesinarlas; una pareja en crisis que se ve separada por una muerte repentina; un padre con alzhéimer y un hijo cansado, que se enfrentan a un altercado en carretera; y un hombre que ve escritos en una duna los nombres de personas prontas a fallecer; son los argumentos de los primeros cuatro cuentos que vamos a encontrar en esta obra. Cuatro, de los veintiuno que reúne en total.
¿Elementos comunes que se pueden hallar en estos relatos? Pues podría mencionarles varios, como esos toques de humor negro y de ironía a los que King nos tiene acostumbrados; la forma tan magistral en la que nuestro amado maestro toma sucesos aparentemente cotidianos, los retuerce y los convierte en auténticas pesadillas; y los brillantes y muy bien logrados giros argumentales y finales inesperados que vemos en casi todas las historias.
Pero, bueno, si conocen a King, de seguro no les extrañará saber que todos estos elementos atraviesan su presente obra, de principio a fin. No obstante, aquí quiero resaltar otro, que aunque también es recurrente en sus escritos, en este libro lo percibí de una forma más palpable que en otros: la fatalidad.
Porque no se puede hablar de estos cuentos si lo malo, lo que asusta, lo que podría hacernos desvelar en la noche, no ocurre o amenaza con ocurrir a cada momento. Porque si algo transmite el Rey con estas historias es incertidumbre, ansiedad, desconcierto y asombro. Porque con estas magníficas piezas literarias, King es capaz de meterte terror en cada célula del cuerpo, incluso, a través de la imagen de un niño pequeño, pero perverso.
Por último, he de destacar los prólogos que en la obra anteceden a cada cuento, ya que estos, aunque cortos, le otorgan un plus enorme a las historias, puesto que el mismísimo King nos cuenta en ellos cómo surgieron, en qué se inspiró para escribirlas y qué sucesos personales lo llevaron a ellas.
Puntuación: 4.5/5
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