Como su nombre lo sugiere, este libro narra cuatro historias, cada una contada en primera persona por miembros de la Policía Nacional involucrados en el seguimiento, persecución y captura de peligrosos delincuentes.
Los protagonistas de estos relatos, van desde los agentes de inteligencia, encargados de planear los operativos con gran minuciosidad, hasta agentes secretos, que adoptan la personalidad de campesinos, coteros, camioneros, e incluso mendigos, para analizar de cerca los movimientos de personajes como “Martin Sombra” y “El Paisa”. Pero el autor no se limita a narrar las operaciones, sino que también presenta un contexto de las maniobras de los delincuentes y de los intentos fallidos por capturarlos. Asimismo, muestra a los agentes como personas de carne y hueso, que sufren, tienen miedo y padecen la ausencia de sus familias cuando el deber los llama.
Este libro cuenta con 368 páginas, agrupadas en 4 partes, las que a su vez se dividen en múltiples apartes que llevan como título los nombres de los agentes enfrascados en cada misión. Aunque hay tecnicismos, la mayor parte de las historias son contadas con un lenguaje sencillo, que se lee y se comprende rápido.
Esta es una de las obras que más me ha gustado del autor. Como es costumbre suya, mezcla una excelente documentación con una prosa amena, que te cautiva y te hace avanzar por las historias, casi sin darte cuenta.
Pero bueno, no solo creo que valga la pena leer el libro por lo que ofrece a nivel literario y de entretenimiento, sino también por lo que nos aporta, y es que el hecho de seguirles los pasos a los agentes de la Policía, nos hace ser más conscientes de la valiosa labor que estos hombres y mujeres realizan a diario; labor que muchas veces pasamos por alto, limitándonos a fijarnos solo en las falencias de la entidad.
Puntuación: 4/5
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