Este libro cuenta las andanzas de una joven, que tras ser abandonada por su madre al momento de nacer, intenta ganarse la vida de diversas formas no muy honradas, sino, por el contrario, moralmente muy cuestionables.
Molly Flanders se involucra con varios hombres, concibe y tiene hijos a los que luego no reconoce, estafa, roba y hace alianzas criminales.
Algunas veces cuenta con buena fortuna, otras veces no tanto. Pero lo cierto, es que al encontrarse en el ocaso de su vida, tiene la oportunidad de volver sobre su pasado y rectificar aquellas acciones cometidas bajo la más clara inconsciencia.
En esta edición, el libro tiene 96 páginas y se divide en 17 capítulos. Está narrado en primera persona, por la protagonista, en tiempo pasado y en orden cronológico, siendo así una suerte de biografía ficticia criminal.
Con estilo picaresco, Defoe nos relata las más inverosímiles aventuras de una malhechora que constantemente gusta de burlarse de la autoridad y de escabullirse de los problemas en los que se mete.
El personaje de Molly lo he encontrado fascinante, por todo su cinismo, su despreocupación y su descaro. Aunque sus acciones son deplorables en muchos sentidos, el lector no puede evitar ponerse de su parte y desear que salga airosa de sus fechorías.
El ritmo de la narración es extremadamente ágil, y prescinde de descripciones innecesarias, centrándose casi de manera exclusiva en las meras acciones, las cuales se suceden con rapidez.
Una lectura corta, que no se podría comparar con Robinson Crusoe, la obra más reconocida del autor, pero que en definitiva se disfruta de principio a fin.
Puntuación: 4/5
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