Pablo, un joven español, está al bordo del gran galeón San José, uno de los buques que en siglo XVIII transporta tesoros de América a España. Pero su historia solo resulta ser un preámbulo de los verdaderos hechos en los que se centra este libro, pues a pesar de enfrentarse a diversas aventuras, junto con una muchacha de la que se enamora, la razón de que el joven aparezca en el relato, es solo para conducirnos al naufragio del navío, el cual se encontró recientemente en aguas colombianas.
Así pues, asistimos a la noticia del encuentro del buque, al tiempo que se nos presenta Samuel, un abogado bogotano, descendiente directo de la comunidad muisca. Por medio de este joven comienza la auténtica aventura, ya que con su amigo Ernesto tiene un plan quijotesco: demandar a la Corona española por las injusticias y los vejámenes cometidos contra los indígenas en época de la conquista.
Los amigos no tardan en recibir apoyo, y es entonces cuando se les unen la esposa de Ernesto, una historiadora y una bella antropóloga, que pronto despierta hondos sentimientos en el abogado. Por otra parte, mientras el grupo se entrega a su proyecto, les ocurren todo tipo de sucesos curiosos, algunos afortunados, y otros no tanto, pero todos ellos con influencia directa sobre su empresa.
Este libro tiene 372 páginas y se divide en 26 capítulos. Está narrado en tercera persona, por un narrador omnisciente, que a veces vaticina hechos que se sucederán más tarde.
Los puntos que más me agradaron de la obra fueron: la excelente documentación, no solo en lo concerniente al genocidio, sino también en lo referente al contexto político y social en los capítulos dedicados a las vivencias de Pablo; los apartes de los diarios de Cristóbal Colón y de Fray Bartolomé de las Casas, que permiten apreciar la inocencia de los indígenas, el primero y, la crueldad de los conquistadores, el segundo; y, por supuesto, los toques de humor, romance, acción y drama que hacen la historia sumamente ligera y entretenida.
Un libro para conocer el sufrimiento de nuestros pueblos indígenas y para verlos con otros ojos.
Puntuación: 4.5/5
No hay comentarios:
Publicar un comentario