Inventar un mundo fantástico no debe ser un proceso demasiado complejo para un escritor de ávida imaginación y de talento considerable. Pero hacer que dicho universo cobre vida en la mente de miles de lectores, hasta tal punto de hacer que estos lleguen a creerse parte de este, es una labor titánica que muy pocos logran de manera tan impecable como Laura Gallego.
En los inicios de Idhún aparecen seis dioses: Irial, Aldun, Wina, Yohavir, Neliam y Karevan. Cada uno de ellos asociado a un elemento: Luz, Fuego, Tierra, Aire, Agua y Piedra, respectivamente. Tiempo después los elementos dan origen a seis razas: los humanos, hijos de Irial; los feéricos, hijos de Wina; los celestes, hijos de Yohavir; los varu, hijos de Neliam; los gigantes, hijos de Karevan; y los yan, hijos de Aldun.
Y, durante un tiempo, estos seres viven tranquilos, hasta que aparecen los unicornios, criaturas dadoras de magia que, sin proponérselo, generan un enfrentamiento entre los idhunitas, pues a partir de entonces se crean dos bandos; el uno a favor de los magos, que deben su poder a los unicornios, y el otro a favor de los sacerdotes, que solo confían en el poder de los dioses.
Como si esto fuera poco, más tarde la paz de Idhún se ve afectada por otro fenómeno más grave todavía: la aparición de un Séptimo dios, originado de la parte oscura de cada una de las primeras deidades.
A raíz de aquello, los siete dioses se enfrentan, pues, por el dominio de Idhún, y para esto el séptimo crea a las serpientes aladas y los seis anteriores crean a los dragones; estando ambas especies destinadas a combatir en una guerra interminable… Bueno, al menos hasta que intervienen los protagonistas de esta historia, que ya en esta entrega tienen la tarea de dejar atrás sus asuntos personas y su odio irreflexivo, para detener la destrucción de su mundo, a mano de sus creadores, quienes cansados del enemigo, dejan su plano espiritual para buscarlo y eliminarlo, sin saber que de este modo están condenando a muerte a todos los idhunitas.
Ahora bien, con este preámbulo, ¿te animas a ser un idhunita más?
Puntuación: 5/5
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