Si yo tuviera “gustos culposos” en la literatura, estos estarían encabezados por los libros de terror. Y es que, al parecer, uno debería sentirse avergonzado por leer obras que no son dignas de la alabanza de los críticos, como no lo suelen ser las novelas de este género. Pero lo que soy yo, lejos de sentirme mal por mis lecturas, las comparto con orgullo, cosa que voy a hacer, una vez más, en esta ocasión.
Debido a su gran acogida por el público, algunos catalogan esta obra como un clásico del terror. No obstante, yo no me atrevería a tanto, habiendo leído ya a Stoker, Poe y Lovecraft; mas les mentiría si les dijera que no disfruté de su lectura, porque pese a no haberme generado miedo, me entretetuvo y me mantuvo en tensión de principio a fin, hasta el punto de dejarme con ganas de más.
Algunos conocerán la historia por la película, que se estrenó un año después que el libro (1967), mas yo, al no haber escuchado más que el nombre de aquella anteriormente, no puedo ofrecerles una comparación entre novela y adaptación cinematográfica; mas lo que sí puedo hacer es darles un breve esbozo de la primera, y animarlos, con vehemencia, a que la lean si tienen la oportunidad.
Rosemary, una chica proveniente de una familia católica, acaba de unirse en matrimonio a Guy, un actor protestante, lo cual lleva a la muchacha a granjearse problemas tanto con sus padres, como con sus hermanos. Pero bueno, a ella parece no preocuparle mucho la cuestión, ante la perspectiva de estar toda la vida al lado del hombre que ama.
Sin embargo, las prioridades de los recién casados al principio parecen ser incompatibles: mientras Rosemary sueña con tener hijos cuanto antes, Guy anhela alcanzar éxito y reconocimiento en su carrera.
Así se encuentra la situación, entonces, cuando la pareja se muda a una casa de mala reputación, pero en la cual todo parece irles de maravilla. Pronto Guy obtiene un papel importante y Rosemary queda embarazada. Solo hay un pequeñísimo problema: Rosemary no recuerda la noche en la que concibe a su hijo y su embarazo parece ser cualquier cosa, menos normal.
Puntuación: 5/5
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