La profesora Claudia entró al aula de clases con el ceño fruncido y haciendo una mueca de disgusto. Sin embargo, nadie se percató de ello, sino hasta que resonó un golpe secó por toda la habitación. Los alumnos se callaron súbitamente y dirigieron su mirada hacia el escritorio de su maestra, percatándose de que la causante del estruendo era una gruesa carpeta roja que había sido depositada con furia sobre el mueble.
-Estoy muy decepcionada de ustedes, jóvenes- anunció Claudia con severidad- Acabo de corregir sus trabajos y me he encontrado con deplorables faltas ortográficas, con un pésimo uso de signos de puntuación y con grandes incoherencias narrativas.
Los estudiantes se empezaron a mirar entre sí, preocupados porque la reprimenda de la que estaban siendo objeto auguraba notas muy bajas para los ensayos que tanto les había costado redactar.
-Esto solo me demuestra que ustedes no leen, lo cual debería darles vergüenza- concluyó la airada profesora.
Los jóvenes se sintieron claramente mal pero no se defendieron. En realidad la maestra estaba en lo correcto: ninguno de ellos solía leer otra cosa que no fueran sus chats. Sin embargo, Milena, la chica más estudiosa del curso, no quiso que el llamado de atención cayera en saco roto, y así fue como al finalizar la clase, instó a la profesora a que les diera consejos para adoptar el hábito de la lectura. Empero, Claudia le dedicó una mirada burlona a la joven y empezó a reírse de forma teatral, dejando a todos los estudiantes desconcertados.
-¡No me hagas reír!- dijo con una sonrisa socarrona- Si a los dieciséis años no han comenzado su vida como lectores, no hay nada que yo pueda hacer por ustedes. Eso es algo que se aprende en la infancia. Y, como verán, ustedes ya no son unos niños.
Diez años después, Milena recordaría aquellas palabras con gracia, y es que fue a partir de aquel momento que empezó a leer y, contra todo pronóstico de la intransigente señora, no solo se convirtió en una ávida lectora, sino que además resultó siendo profesora de Literatura.
Historia inspirada en una experiencia de una lectora anónima.
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