El corazón de las tinieblas (Joseph Conrad)

 ¿Te has puesto a pensar por qué te inclinas a hacer lo moralmente correcto? ¿Es porque sientes un auténtico amor y respeto hacia tu prójimo o solo es porque así lo exige la sociedad a la que perteneces?

Pues bien, para Conrad, un hombre se comporta de forma justa porque se encuentra bajo vigilancia; porque hay miradas dispuestas a censurarlo si no domina sus inclinaciones perversas; no porque su corazón sea bueno y bondadoso por naturaleza. Pero claro, esto no es algo que el autor exponga de manera explícita en su obra, pero es muy fácil deducirlo al analizar el personaje del Sr. Kurtz. Pero antes de hablarles del argumento de la obra, haré algunas acotaciones acerca del aspecto estructural de la misma.

“El corazón de las tinieblas” es una narración dentro de una narración. ¿Y cómo es eso? Sencillo. Resulta que la historia comienza cuando un grupo de hombres, que se encuentra surcando el río Támesis, es testigo de cómo el marino Charlie Marlow empieza a contar una aventura desconcertante, que lo dejase marcado tiempo atrás. Así, pues, el primer narrador de la obra es un escucha del marino, que expone lo que el susodicho les habría contado a él y a sus compañeros, durante la travesía.

Marlow principia por hablar de su fascinación por los mapas, lo que lo llevase a querer explorar lugares en los que el hombre apenas estuviese colonizando. De este modo termina por embarcarse hacía África con la promesa de obtener allí un empleo como comerciante. No obstante, la cuestión no es tan buena como habría supuesto en inicio, y es que al llegar a su destino se topa con la selva que no ha sido domesticada por el hombre y con la tremenda bestialidad con la que el individuo blanco esclaviza al aborigen negro.

Pero lo que más impacta a Marlow no son las experiencias que le suceden a su llegada, sino su búsqueda y posterior encuentro con un comerciante de marfil, un tal Sr. Kurtz, que ha cortado lazos con la civilización y que a razón de esto parece haber caído en la locura.

Obra corta pero algo densa; no recomendada para lectores principiantes.

Puntuación: 4/5