Me atrevería a decir que todos, en algún momento, hemos llegado a fijarnos en alguien que no debíamos. Desafortunadamente es una situación que tarde o temprano tenemos que afrontar. Pero ¿qué le vamos a hacer? Así es la vida y tenemos que lidiar con eso de que no siempre seremos correspondidos.
Sin embargo, cuando somos niños no nos advierten de que algo así pueda sucedernos. En realidad, nuestros únicos referentes en el ámbito amoroso, son aquellas parejas que protagonizan los cuentos de hadas. Así pues, crecemos convencidos de que hay alguien en el mundo predestinado para estar con nosotros, y que basta con bailar con él hasta medianoche, o esperar a que nos despierte de un sueño profundo, para que ambos seamos felices para siempre.
Pero no me malinterpreten. A mí me encantan esos cuentos. No obstante, me hubiese sido muy útil leer el presente libro antes de comenzar a perseguir a quien yo le importaba un verdadero rábano, en mi época de preadolescente.
Divertida, ágil, sencilla, pero muy realista, esta obra nos cuenta la historia de Javier, un chico que llega nuevo a un colegio, y el primer día se ve flechado por cupido, de una forma muy peculiar. Resulta que erróneamente ingresa al baño de las niñas y allí, en cuestión de segundos, queda deslumbrado por una muchachita, que resulta siendo su compañera de clase.
El problema, es que aquel individuo alado, al parecer, solo apuntó su flecha hacía él, olvidándose de flechar también a la niña.
Javier se enfrentará, entonces, a su primera decepción amorosa, mas quizá eso sea necesario para que aprenda lo que en realidad es el amor.
No les voy a mentir. Cuando yo era un cachorro púber, estas historias de “Torre de papel”, no me llamaban nada la atención, lo cual es algo irónico, dado que en ellas se exponen temas con los que los preadolescentes pueden identificarse muy fácilmente. Empero, ahora que he crecido, me encantan y no dudo en recomendarlas para que los más chicos de la casa inicien sus vidas como lectores y, de paso, aprendan algunas lecciones que ni sus padres ni sus maestros les van a dar.
Puntuación: 4/5
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