Elena es la joven más popular de su instituto, una chica con una vida aparentemente perfecta, con un novio guapo y unas amigas leales. No obstante, sufre la reciente pérdida de sus padres y un vacío constante, que no sabe de dónde proviene ni cómo podrá llenar, hasta que en su vida aparece el misterioso Stefan.
Al principio Stefan será inaccesible para Elena, y esta se obsesionará con la idea de conquistarlo por tal motivo. Pero lo cierto es que el chico no huye de ella por no encontrarla atractiva, sino, por el contrario, por despertar con fuerza sus deseos carnales e inmortales, pues Stefan es un vampiro sediento de su sangre.
Sin embargo, el obstáculo que lo anterior implica será superado y ambos amantes podrán estar juntos, o al menos hasta que Damon, el malvado hermano de Stefan haga su aparición y decida reclamar a Elena como suya, como una vez lo hizo con el primer amor de ambos.
Este libro cuenta con 251 páginas, agrupadas en 16 capítulos, más el epílogo, y está contada en pasado, en tercera persona.
Los personajes me han parecido superfluos y estereotipados, en especial el de la protagonista femenina. Las descripciones son pobres y el surgimiento del romance es precipitado y poco creíble.
Un libro muy ligero, pero para nada recomendado. Definitivamente no me vería continuando la serie en un futuro, y probablemente tampoco leyendo acerca de más romances entre vampiros y damiselas en apuros.
Puntuación: 1/5
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