Alicia en el país de las maravillas (Lewis Carroll)

 

Hace unos meses les hablé de este libro, pero dado que lo he vuelto a leer (ya como por quinta vez), y que ahora lo he hecho en esta hermosísima edición, que ven aquí, volveré a hacerlo, pero esta vez subrayando aspectos que no mencioné en aquella ocasión.

En mi primer acercamiento al mundo de Alicia, me desesperé. Mi mente me decía que estaba leyendo una historia sin pies ni cabeza, de la que no sacaría más que una buena jaqueca y un odio visceral hacia esa niña que, en ese momento, se me antojó una pequeña y absurda protagonista. Por suerte no dejé que tal aversión inicial trazara mi relación definitiva con la obra, y así fue como dejé pasar un tiempo prudencial para volver a ella.

Ya la segunda vez lo entendí todo o, mejor dicho, al igual que Alicia, no entendí nada y me regodeé en esa sensación de desconocimiento.

El encanto de este libro es que nos regresa a la infancia si se lo permitimos. Nos da vía libre para dejarnos conducir por la imaginación, sin necesidad de atenernos a las reglas rígidas que imperan en el mundo de los adultos. Con él, podemos volver a ese lugar en el que cualquier cosa puede ser posible: desde perseguir a un conejo con traje y reloj, hasta jugar críquet con un ave como palo y con un erizo como bola.

Pero Alicia no solo evoca esa niñez lejana, sino que también nos recuerda ese sentimiento de incertidumbre que se nos fue pegando a la piel en tanto íbamos creciendo y nos adentrábamos en un universo que no comprendíamos en ese entonces y que puede que hoy en día, tampoco lo hagamos del todo bien.

Alicia con su ingenuidad parece decirnos que dejemos de seguir tantas formas sin sentido que nos hacen infelices, y que volvamos a traer a nuestra memoria esa inocencia que nos permitía disfrutar y asombrarnos con el mundo real, como si este fuese de fantasía.

Recomiendo encarecidamente la lectura de este clásico, tanto a chicos como a grandes. Y, con respecto a la edición, créanme que no se arrepentirán de adquirirla, ya que tiene unas ilustraciones preciosas, que le hacen justicia a esta historia absolutamente inolvidable.

Puntuación: 4.5/5