Esta historia comienza con los cuatro hermanos, Susan, Peter, Edmund y Lucy, un año después de su aventura en el armario, esperando el tren que los llevará a la escuela. De repente los niños sienten una sensación extraña y son transportados a Narnia, donde se dan cuenta que han pasado cientos de años desde que hubiesen dejado el lugar y que otro pueblo ha conquistado el territorio y se ha encargado de perseguir y hacer desaparecer a los antiguos narnianos.
El hecho de que los niños hayan sido sacados de su mundo, se debe a que fueron llamados con el cuerno que Papá Noel le había obsequiado a Susan, y que esta había perdido al regresar al armario. Dicha llamada se realizó gracias a las órdenes de Caspian, el legítimo heredero al trono de Narnia, que ha tenido que escapar de su tío, quién desea darle muerte.
Caspian, así como la mayor parte de jóvenes de Narnia, sienten simpatía por los seres mágicos del país, no así los viejos como su tío, que pretenden su extinción. Así pues, Caspian se ha confabulado con los antiguos narnianos para enfrentarse a su tío, pero cuando percibe la derrota, acude al cuerno, y con él, a los antiguos reyes.
Los niños acuden en su ayuda, pero antes de poder reunirse con él y auxiliarlo, Aslan los pondrá a prueba, a ellos y a la fe que estos tienen en él. Como ocurre en la primera ocasión, Lucy es la única que en ningún momento duda de él.
El libro consta de 281 páginas y 15 capítulos. Cuenta con ilustraciones, pero no muchas.
Este libro me ha gustado más que el anterior, pero menos que los dos primeros. No se me ha hecho muy agradable los fragmentos en donde los niños están caminando, ni en los que el ejército batalla; sin embargo, al igual que toda la saga, el trasfondo que deja la historia te toca el corazón y te hace reflexionar acerca de una verdad que nos supera, y que muchas veces pretendemos dejar de lado.
Puntuación: 4.5/5
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