Ya lo he dicho antes, pero no me cansaré de repetirlo: Amo esos libros que me marcan, que me llegan al alma; esos libros que, pese a haberlos leído varias veces, nunca me cansan y siempre les permito que me vuelvan a hacer experimentar todas aquellas emociones que suscitan en mí. Y sí, “El olvido que seremos” es uno de esos.
¿Pero de qué va la historia? Bueno, pues es un relato que sigue la relación de un padre con su hijo; hijo que, por cierto, prácticamente idolatra a ese padre, a razón de la bondad, el carácter y la profunda humanidad del mismo.
Mas, también, es un libro que va acerca de la intimidad de una familia, a lo largo de unos años repletos de momentos felices y trágicos, como suelen haberlos en todos los hogares.
Asimismo, es una obra que narra la lucha de un hombre contra el odio, las injusticias y la violencia; gérmenes que, desde hace tanto, aquejan a nuestro país.
En resumidas cuentas, “El olvido que seremos” es un libro conmovedor, que te hace reír, pero también llorar; un libro para darte regocijo, pero también para hacerte empatizar con uno de los dolores más intensos que puede experimentar un hombre.
Ahora bien, aunque podría creerse que una historia tan compleja y tan íntima, y con tantas aristas, no pudiera transmitir lo mismo siendo adaptada a una versión gráfica, esta es una verdadera maravilla, que plasma a la perfección lo que esa novela original comunica con gran acierto.
Con una paleta de colores luminosa, y basándose en fotografías reales de la familia de Héctor Abad, el ilustrador aquí hace un trabajo extraordinario, siendo tremendamente fiel a la trama, a los diálogos y al tono de la obra inicial.
Y, pese a que se eliminen escenas y se adicionen otras, a que las ilustraciones tengan cierto aire jocoso y a que las viñetas cuenten con una carga considerable de texto, no muy frecuente de hallar en las historias de este formato, el presente es de verdad un libro ameno de leer, que le hace total justicia a una novela que ya muchos consideran un clásico contemporáneo de la literatura colombiana.
Puntuación: 5/5
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