“Si dices mentiras, te crecerá la nariz como a Pinocho”, esta es una frase que recuerdo haber escuchado varias veces en mi infancia, así como también haber visto a aquel icónico personaje en la televisión, si bien a la fecha solo conservo en la memoria breves fragmentos de la adaptación de Disney, puesto que desde entonces no he vuelto a verla.
Y bueno, creo que como mi experiencia, deben de haber muchas, y es que Pinocho es una de esas figuras que ha marcado y, al día de hoy, sigue marcando la niñez de los pequeños.
Sin embargo, aunque este muñeco es ampliamente conocido, no todos saben la historia original, esa que se encuentra narrada en la presente novela y que, pese a su carácter moralizante, que bien podría suplir la tarea de instruir en valores a los chicos, es muy agradable y divertida de leer, aun para los lectores más creciditos, para quienes sus enseñanzas pareciera ya no aplicar.
Todo comienza con un carpintero que encuentra un pedazo de madera parlante que se resiste a ser empleado como pata de una mesa. Así se hallan las cosas cuando aparece un amigo suyo llamado Geppetto, a pedirle material para fabricar una marioneta, con lo que el hombre ve en esto la oportunidad perfecta para desembarazarse de la mentada madera, y se la entrega.
Lo que viene luego es una sucesión rápida de acontecimientos inesperados, alocados, extraordinarios y variopintos, que empiezan a desatarse inmediatamente después de que Geppetto talla su marioneta y la bautiza como Pinocho.
Ingenuo, mentiroso, desobediente, influenciable, descarado y egoísta, así es al comienzo este muñeco, que no obstante siempre promete cambiar después de ser duramente aleccionado por la vida, sin conseguir otra cosa que volver a caer en malas compañías y conductas, para gran sufrimiento suyo y de sus “padres”.
Este es un libro en el que cualquier cosa puede pasar; en el que lo fantástico se toma por natural; en el que los acontecimientos más distantes terminan entrelazándose para ir a concluir en un final predecible, mas no por eso menos emocionante y conmovedor.
Puntuación: 5/5
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