En la era de los medios y la (des)información, es común que nos indignemos con los hechos en los que los periódicos y noticieros hacen que centremos nuestra atención.
Sin embargo, los sentimientos que hoy experimentamos por el acontecimiento mediático de turno, aquella misma maquinaria de sensacionalismo, que son los mass media, nos los hace sentir mañana para con un drama totalmente distinto, con lo que, nuestra memoria colectiva se ve tremendamente afectada.
Adicionalmente, amén de esa manipulación de la que somos víctimas por parte de los medios, hay algo más grave, y es que con ese bombardeo constante de hechos con los que nos atosigan, casi nunca podemos ver el panorama completo, puesto que nos presentan lo que ocurre como fenómenos aislados.
Y, bueno, el resultado de esto es que al final terminamos convencidos de que todo es una novedad cuando, en realidad, circunstancias similares ocurrieron y seguirán ocurriendo sin que nosotros pensemos en ello.
En este orden de ideas, hoy voy a hablarles, o a recordarles más bien, que hace un par de años en Colombia salió a la luz el crimen de una niña humilde a manos de un hombre rico, lo cual acapararía todos los titulares y se convertiría en un motivo de indignación nacional.
Y, aunque hoy continúan desapareciendo niños y los poderosos casi siempre siguen gozando de impunidad cuando delinquen, nuestro interés por el caso fue pasajero y, si no fuera por libros como estos, que documentan a través de la ficción nuestra historia a retazos, peor sería nuestra amnesia en lo que se refiere a lo que nos debiera marcar como país.
Cruda, desgarradora, pero con pinceladas poéticas, esta novela nos presenta un crimen parecido a aquel que se volvió mediático y, esto, a través de los ojos de un cómplice que se encarga de darnos un esbozo, no solo del asesino, sino también de otros tres hombres, amigos suyos, que colaboran y guardan silencio ante la barbarie, algo así como hacemos nosotros cuando olvidamos el horror y dejamos de alzarnos en contra de la maldad, simplemente porque no se encuentra “de moda” en los telediarios.
Puntuación: 5/5
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