Todos hemos escuchado aquello de que al final de nuestras vidas vemos un túnel resplandeciente que debemos de cruzar para que nuestra alma acceda a esa existencia que hay en el “más allá”.
Claro, que en los tiempos que corren, en los que impera el escepticismo, se desprecia la religión y se acoge la ciencia como única verdad, la gente suele aferrarse a la convicción de que eso que vemos y percibimos es lo único real, por tanto cuando morimos se acaba todo de forma irremediable.
Sin embargo, de un tiempo para acá, las experiencias extracorporales y las experiencias cercanas a la muerte han sido objeto de estudio. Y, precisamente, es en estas en las que se basa Patrignani para crear esta novela; en ellas y en la teoría de que hay otra realidad, a la que nuestras conciencias van a parar cuando fallecemos.
Verónica, una joven de dieciocho años, tiene que asistir, con impotencia, a la muerte injusta y violenta de su progenitora.
A partir de ese momento, la muchacha debe hacer frente, además de a su duelo, a la cuestión de supervivencia, razón esta última que la lleva a conseguir un trabajo denigrante y mal pago.
Empero, poco después empieza a tener experiencias desconcertantes en las que su conciencia se eleva a otro plano; hecho este que le hace albergar esperanzas de que quizá pueda volver a encontrarse con su madre en dicho lugar y que, además, dota su existencia de un nuevo sentido.
Creo que todo libro que hable de la muerte, inexorablemente nos lleva a reflexionar acerca de cómo estamos llevando nuestras vidas, lo que esta historia logra con creces.
El dolor de Verónica es tan desgarrador, que independientemente de que el lector haya experimentado una pérdida o no, este no puede más que compadecer a la chica, y sentirse afortunado por tener al lado a ese alguien a quien hoy puede manifestar su afecto.
Por el lenguaje y la estructura, esta es una historia claramente juvenil, mas, por el tema que trata, podría pasar por un libro para adultos.
Es una novela de ritmo lento, pero diferente y entretenida, ideal para pasar el rato pero también para reflexionar un poco.
Puntuación: 4/5
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