La perla (John Steinbeck)

 

¿Alguna vez, por cuestiones del azar, ha llegado a tus manos un evento u objeto afortunado, capaz de cambiar radicalmente tu vida? Si es así, ¿cómo ha sido tu reacción y cómo se ha resuelto al final la cuestión? ¿De verdad aquello te ha terminado dando tanto como te prometiera? ¿O, por el contrario, te ha quitado más de lo que te ha obsequiado?

Pues bueno, resulta que esta novela de Steinbeck ahonda un poco en eso: en la fatalidad que puede esconderse tras un hecho aparentemente afortunado del destino; lo cual nos pone a reflexionar acerca de un tema sobre el que casi no nos detenemos a pensar y es eso de que quizá sea mejor vivir sin expectativas muy elevadas para no sufrir decepciones de la misma magnitud... que es bueno tener esperanzas pero no poner toda nuestra fe en una promesa no realizada, en algo que puede pasar, pero que aún no sucede.

A una pareja de indígenas le acaece una gran fatalidad: su pequeño hijo es picado por un alacrán. Empero, tras la evidente desgracia, les sobreviene una circunstancia, también imprevista, mas esta vez venturosa, y es que, conducidos por la necesidad de salvar a la criatura, terminan hallando una enorme perla que les augura un futuro dichoso.

Sin embargo, pronto se dan cuenta de que el poseer la perla no es algo tan bueno como lo creyeran en un principio. ¿La razón? Pues que a partir del momento en el que esta llega a sus manos, la familia se convierte en objeto de envidias y en foco de estafas, persecuciones y ataques por parte de manos codiciosas que no descansarán hasta que su buenaventura se torne en infortunio.

Una historia que nos habla de lo más lo más pérfido, pero también de lo más elevado de la naturaleza humana, y es que por un lado, tenemos la codicia que se apodera del alma de nuestro protagonista y que lo lleva a arriesgarlo todo por obtener riqueza, y la avaricia que corroe a los otros que pretenden hacerse con la perla.

Mas, por otra parte, tenemos la sensatez, la paciencia, y la calma de una mujer que, con los pies en la tierra, no se deja deslumbrar por nada y que nunca aparta la vista de lo verdaderamente importante.

Puntuación: 5/5