Transcurre el siglo XII y se nos presenta a Leola, una muchacha huérfana de madre, que a sus quince años se encuentra trabajando en el campo, con su padre y con su hermano, para servir a su señor. Pero no todo para Leola es trabajo, pues se permite sus escapadas con Jacques, el joven del que está enamorada y con quien está pronta a contraer matrimonio.
Así pues, la muchacha tiene una existencia más o menos llevadera, cuando la guerra empieza a encrudecerse y tanto su familia, como su amado, son arrebatados de su lado para ir a combatir.
Leola, al verse sola y desvalida, huye; mas no se aleja mucho cuando su mente se ve acometida por la idea de una treta, que de ser descubierta, la condenaría a una muerte humillante. Lo que se le ocurre a la chica es ataviarse con la armadura de un caballero caído en batalla, para no ser un blanco fácil de los hombres que ansían poseer a una doncella como ella.
A partir de este momento, Leola empieza a conocer a hombres y mujeres de la más diversa índole, al tiempo que se enfrenta a variadas aventuras, algunas extraordinarias, otras dolorosas, otras conmovedoras, pero casi todas con cierto grado de peligro.
A lo largo de la historia, Leola va a ir aprendiendo valiosas lecciones acerca de la vida, las cuales en algún momento va a consignar en un manuscrito, cuando se encuentre en los últimos años de su existencia.
El libro cuenta con 591 páginas, distribuidas en capítulos sin numerar, más el relato anexo del Rey Transparente, personaje este por el que Leola siempre va a mostrar curiosidad, pero del que jamás llegará a saber su historia, puesto que cada vez que alguien intente contarla, le ocurrirá algo trágico, que le hará callar.
Una obra recomendada para quienes gusten de las novelas históricas, pues en ella la autora expone una época medieval con todo y sus convulsiones, si bien con ciertas licencias literarias, excelentemente bien documentada y con unos personajes tan complejos como entrañables.
Puntuación: 4/5
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