Hace unos años, cuando el periodismo perdió credibilidad ante mis ojos, dejé de leer prensa y de ver y escuchar noticieros. Pero no crean que no me entero de los hechos más relevantes que acontecen en el mundo, pues para eso tengo familia y amigos que me comunican lo que, de forma ineludible, debo saber.
¿Y les digo algo? No me arrepiento, en lo absoluto, de haber adoptado dicho proceder; por el contrario, admito que vivo mucho más feliz desde que decidí cerrar los ojos a tantas tragedias y cortinas de humo, a través de las cuales los medios nos hacen creer que en el mundo solo suceden eventos desafortunados.
Habiendo dejado claro lo anterior, ahora sí me siento libre para hacerles una confesión: pese a que amo profundamente la obra de García Márquez, no he leído casi ningún texto periodístico suyo. Sin embargo, a razón del #RetoGabo2019 del @centrogabo, hace un par de meses me acerqué a cinco de sus crónicas acerca de América Latina; y, ahora, en cumplimiento de la consigna de este mes, he decidido leer una columna de opinión de su autoría.
Les mentiría si les dijera que “elegí” el texto que ven aquí, porque la verdad es que terminé leyéndolo solo porque no encontré más textos gratuitos y legales de Gabo que versasen acerca de la Navidad. No obstante, no creo que hubiese podido leer algo que me impactara, conmoviera y pusiera a reflexionar más de lo que lo hizo la presente columna.
Este escrito, que fue publicado el 24 de diciembre de 1980 y que actualmente se puede encontrar en el portal web de “El País”, cuenta con poco más de seis mil caracteres, por lo que se lee en menos de cinco minutos. En él, Gabo critica el consumismo y el despropósito que hoy en día tienen las fiestas navideñas para la mayoría de personas.
La exposición tan cruda pero verídica que aquí realiza el Nobel de una situación que desafortunadamente lleva décadas dándose, aunque me ha dolido mucho, también me ha servido para tomar conciencia y no dejarme enceguecer por tanto teatro comercial, que encubre el verdadero sentido de esta hermosa fecha.
Puntuación: 5/5
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