¡Lo he conseguido! Luego de años de haber comenzado esta saga, al fin la he terminado y, si les soy sincero, he de admitir que hasta hace algunos meses, ni siquiera se me había cruzado por la mente retomarla y, mucho menos, volver a leer los tres primeros libros para poder enterarme del desenlace.
Empero, como a veces me toman por sorpresa ciertos arrebatos, que hacen que en menos de lo que cante un gallo, devore un libro que había dejado relegado en el olvido, aquí me tienen hablando, no solo de un libro, sino de toda una saga; la saga de mi adolescencia.
Esta entrega empieza con una boda y una luna de miel. En realidad, salvo por la fuerza sobrenatural de Edward, con la que hiere a Bella y destroza la habitación en donde están juntos, las cosas pintan normales, dentro de lo que cabe para una relación entre un vampiro del universo creado por Meyer y una humana tan peculiar como Bella.
La cuestión se empieza a poner complicada y extraña, es cuando Bella queda embarazada y el bebé que concibe empieza a consumirle la existencia. A partir de ese momento ocurren diversos acontecimientos; unos escabrosos, otros tiernos, otros perturbadores, pero todos respetando, hasta cierto punto, la línea que venía siguiendo la autora en las entregas anteriores.
¿Qué les puedo decir? Creo que este fue el libro que menos disfruté. No sé si haya influido el hecho de que es el único que no se encuentra asociado a un recuerdo de mi pasado. Sin embargo, me entretuvo y me mantuvo en tensión hasta la última página, pese a ser un poco lenta la trama.
Lo que destaco de esta parte es la forma en la que Meyer enfoca a la familia. Me agradó demasiado percibir el amor que desde un inicio Bella manifiesta hacia aquel bebé inesperado, así como la unión de los Cullen y de los Quileute, quienes están dispuestos a morir por defender solo a uno de sus miembros.
Un cierre de saga con sus carencias, pero que a mí me ha dejado satisfecho. Se nota que la autora se divirtió escribiendo la historia, pues uno también disfruta leyéndola, así tal cual es, con sus absurdos e incongruencias.
Puntuación: 4/5
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