No sé como les hayan enseñado a ustedes la historia de su país en la escuela, pero lo que fue a mí, lo hicieron a través de nombres, fechas y acontecimientos con los que nunca llegué a sentirme identificado y cuyas implicaciones apenas comprendí a medias en aquel entonces.
Que un hombre llegó a conquistarnos, que otro nos libertó y que más tarde otros se agarraron por el poder. Sin mentirles, ese sería todo mi conocimiento de la historia de Colombia, si me hubiese quedado solo con lo que aprendí en clase.
Por fortuna, desde ese momento hasta hoy, me he topado con libros que me han instruído y me han sensibilizado al respecto; desde crónicas y reportajes, hasta relatos basados en hechos reales.
Por ejemplo, la presente obra, siendo una novela, es una de aquellas producciones que surgieron para plasmar una época sangrienta y devastadora, que un día un profesor me mostró como un período abstracto denominado “La Violencia” y que acompañó de cifras que hablaban de muerte, que para mí solo fueron meros números que debí memorizar.
Así, pues, “Cóndores no entierran todos los días”, alejándose de tecnicismos y eufemismos molestos, presenta una historia humana a través de la cual podemos entender mejor lo que se vivió en Colombia a mitad del siglo pasado.
La trama se ubica en Tulúa, en donde un hombre, llamado León María Lozano, adoctrinado por el partido conservador, pasa de ser un caballero ejemplar, trabajador y fervoroso, a ser el terror de sus vecinos, sin que al final le importe el bando de los mismos.
“Cóndor”, así es como terminan llamando a aquel personaje que de manera progresiva va exterminando a los enemigos de su partido, y posteriormente a los suyos, valiéndose de hombres armados, o “pájaros”, que casi que cuentan con la aprobación del gobierno para cometer sus fechorías.
Desgarradora y cruda, a modo de narración ininterrumpida, esta obra retrata la cara humana de aquel horror vivido en Colombia a causa de una guerra bipartidista que se alimentó de fanatismo y sed de poder y que dejó largos ríos de sangre a su paso.
Puntuación: 4/5
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