Los hechos transcurren en Londres, donde Digory, un niño del campo, se ve obligado a vivir en la casa de sus tíos, con su madre que se encuentra gravemente enferma. Allí conoce a Polly, una compañero de juegos y de aventuras, con la que un buen día se aventura por un ático que comunica sus casas, y accidentalmente van a parar al estudio de Andrew, el tío de Digory.
Resulta que Andrew es un mago malvado y se vale de un engaño para hacer que los niños prueben un invento que ha llevado a cabo para ir a otros mundos. Se trata de un par de anillos.
Así pues, empiezan las aventuras de Polly y Digory. Primero se internan en un mundo al borde de la destrucción y allí despiertan, sin querer a una malvada bruja que los sigue hasta su mundo. Más tarde, al intentar regresarla a donde pertenece, se encuentran con Narnia, un mundo totalmente mágico, que tienen la oportunidad de ver desde que Aslan, un león majestuoso, lo crea.
Este libro es el primero de la saga de Las crónicas de Narnia, y tiene 252 páginas, agrupadas en 15 capítulos. Es una historia corta pero realmente encantadora, tierna, inocente y que esconde grandes mensajes.
Está narrada por un escritor omnisciente, que todo lo sabe acerca de los personajes, así como de las acciones que estos realizan.
Es una historia encantadora, muy recomendada para los más cachorros de la casa, aunque perrunamente considero que puede disfrutarse a cualquier edad, y que en caso de los grandes, puede servirnos para reflexionar acerca del sentido mismo de la vida.
Puntuación: 5/5
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