Mucho se habla de la persecución nazi y de los horrores de los campos de concentración. Sin embargo, poco se menciona a esos "privilegiados" que lograron escapar de las manos del enemigo, a esos que tenían recursos para irse, para dejar atrás la guerra.
Y bien, eso es lo que hace el presente libro; ponerle un rostro a esa gente con el fin de mostrarnos una cruel realidad, que quizá no habíamos considerado antes, al centrarnos solo en los que se quedaron, y esta es que no todos los que lograron huir tuvieron un final feliz y que ni siquiera el dinero fue garantía para que los perseguidos de la Segunda Guerra Mundial pudieran salvarse.
Así es, pues, como esta obra nos presenta a Hannah, una niña judía, de doce años, quien aborda, en compañía de su familia y su amor infantil, el trasatlántico Saint Louis con destino a Cuba, con el ánimo de buscar refugio temporal en la isla, cuando los vientos de guerra en Alemania empezaron a sentirse con fuerza.
El asunto aquí es que dicha embarcación, que realmente transportó a casi mil pasajeros, fue rechazada en tierra americana. Nadie quería recibir a esos hombres y mujeres que lo único que buscaban era salvar sus vidas.
Y, bueno, al tiempo que conocemos la odisea de Hannah, también vamos a ver la historia de Anna, una descendiente de aquella que, setenta años más tarde, carga con el sufrimiento y la incertidumbre de saber quién fue su padre, una de las tantas víctimas de otra tragedia más reciente: los acontecimientos del 11-S.
Un libro que, mediante la mirada inocente de dos niñas, nos muestra lo mejor y lo peor de la condición humana. Por un lado, tenemos la unión familiar, el amor, la amistad, la lealtad, la esperanza y el sacrificio, valores que el hombre puede llegar a exhibir hasta en un momento crítico. Empero, por otra parte, también tenemos esa parte oscura de la especie, esa que lo lleva a la crueldad, al rechazo, a la indiferencia y al odio por lo diferente.
Una novela que nos enseña, que nos desgarra el alma y que nos sacude, que nos pone a pensar en el otro y en nuestro egoísmo para con él.
Puntuación: 4/5
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