Por primera vez hablo de tres libros en una sola reseña y esto se debe a que la historia que vemos a lo largo de los tres es básicamente la misma y ya les explicaré por qué.
En el primer libro, titulado Maravilloso desastre, nos encontramos con Abby, una joven que entra a la universidad, tratando de huir de un pasado oscuro. Allí conoce a Travis, un muchacho guapo pero problemático; un casanovas y un bravucón.
Travis, intrigado por su aparente inocencia, se acerca a Abby y se las ingenia para hacer una apuesta con ella y de este modo tenerla unos días viviendo en su apartamento.
A lo largo de la novela estos personajes se enamoran, se pelean, se reconcilian, enfrentan situaciones que ponen su integridad en peligro y al final unen sus vidas para siempre.
Con respecto al segundo libro, Inevitable desastre, es la misma historia pero desde el punto de vista de Travis. En cuanto al tercer libro, Un desastre es para siempre, lo único que nos muestra es lo que ocurre antes y después de la boda de Abby y Travis.
El primer libro tiene 445 páginas y 22 capítulos y está narrado en tercera persona desde el punto de vista de Abby; el segundo tiene 469 páginas, 28 capítulos y el epílogo y está narrado en tercera persona desde el punto de Travis (solo el epílogo aporta información adicional de lo que ocurre años después en su matrimonio); el tercero tiene 158 páginas y 15 capítulos y está narrado en tercera persona desde el punto de vista de ambos.
El lenguaje es sencillo, los capítulos cortos y los personajes carecen de profundidad. Pese a esto, considero que el primer libro puede llegar a disfrutarse hasta cierto punto, por lo fresco y ligero que resulta, mas no vale la pena leerse los tres.
Puntuación: 3/5
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