Aunque hoy en día contamos con avances científicos y tecnológicos extraordinarios, impensables para el hombre que vivió un par de siglos antes de esta época, aún estamos lejísimo de develar todos los misterios que esconde nuestro planeta... y, en realidad, lo más seguro es que nunca lleguemos a hacerlo.
Constantemente los científicos se topan con animales extraños, los paleontólogos hallan fósiles de plantas extintas y los arqueólogos van tras la pista de comunidades desaparecidas. Empero, lo que desde hace mucho no ocurre, es que el ser humano encuentre civilizaciones antiguas que aún se mantengan en pie, ajenas a la cultura moderna.
Así, entonces, ¿se imaginan cómo sería nuestro asombro si descubriéramos que compartimos la Tierra con una sociedad levemente distinta a la del ser humano, en cuestión de biología, pero con una cultura y una tecnología diferentes a todo lo que conocemos? Bien, pues eso es lo que le ocurre a Antonia, la protagonista de esta novela: se entera que la Tierra, además de humanos, alberga meridios.
Pero ¿cómo sucede aquello? Pues bueno, resulta que Antonia cae accidentalmente en un territorio escondido, y allí termina en medio de una contienda que termina con la muerte de una singular mujer, que poco antes le encomienda cuidar de un cristal, luego de lo cual Antonia es herida y rescatada por hombres tan excepcionales como la fallecida, con quienes descubre esa civilización extraña y superior a la nuestra, al tiempo que comienza a enamorarse de uno de sus salvadores.
Este libro fue toda una sorpresa para mí. Con un lenguaje sencillo, personajes entrañables, humor inocente y ritmo ágil, esta novela mezcla la fantasía y la ciencia ficción con una historia de amor tierna, mientras hace reflexionar acerca de la importancia de derribar los prejuicios y de dejarse tocar por esa magia universal que es el amor.
Una obra muy divertida, con un mundo sencillo pero muy bien estructurado y con un final que deja con ganas de leer el segundo libro lo más pronto posible.
Especial para los románticos empedernidos como yo.
Puntuación: 4.5/5
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