Hannibal Lecter es otro de esos personajes que casi todo el mundo conoce, así sea solo de nombre.
Sin embargo, en mi caso, hasta que este libro llegara a mis manos, ignoraba que existiese toda una saga y una franquicia en torno al mentado individuo. Y, si no fuera por @tuliofer2000 , habría cometido el descomunal error de abordar, sin más, este, el tercer volumen de la serie en donde hace su aparición nuestro sujeto.
Empero, no contando con tiempo ni recursos para hacerme con los dos libros anteriores, pero con el vivo deseo de acercarme a tan peculiar personaje, antes de leer la presente novela recurrí a la fiel adaptación de "El silencio de los inocentes" con el fin de comprender los acontecimientos con los que aquí me toparía, en tanto que estos se desprenden de lo ocurrido en aquella otra parte de la historia.
Así, pues, la trama aquí se sitúa siete años después de la fuga de Hannibal, cuando las pesquisas por encontrar al asesino, que estuviese llevando a cabo Mason, un paralítico deforme y rico, que habría sido su víctima, empiezan a dar resultado.
Mas no solo es Mason, sino también la justicia, la que desea fervientemente dar con Hannibal. El problema es que lo que busca Mason es una venganza siniestra, mientras que las autoridades solo quieren capturar al psicópata para impedir que este siga delinquiendo y para continuar ahondando en su extraña psicología.
Este es un thriller en el que uno está del lado del mal. Porque sí, aun sabiendo la naturaleza perversa de Hannibal, durante todo el rato uno se encuentra haciendo fuerza para que el doctor salga airoso de la persecución de la que es objeto.
Refinado, inteligente pero ciertamente desequilibrado y sanguinario, Hannibal es un personaje que me ha fascinado por su complejidad y a quien no descarto volver a leer en un futuro. En realidad, espero tener la fortuna de leer toda la serie en orden y tener el placer de profundizar más en ese hombre de tantas caras, que pese a ser catalogado como "monstruo", en esta historia lo he visto tan humano y vulnerable que no he podido evitar simpatizar con él.
Puntuación: 4.5/5
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