En las montañas de la locura y otros relatos (H.P.Lovecraft)

 

Como ya les había mencionado antes, es supremamente difícil que una historia consiga helarme la sangre. Por ejemplo, este autor no ha logrado hacerlo, aun cuando es uno de los mayores exponentes del género. No obstante, aquello no le quita el hecho de que sus historias me hayan sorprendido, ni tampoco el que haya experimentado una inmensa admiración por su prosa y por la genialidad de su imaginación

“En las montañas de la locura”, “El morados de las tinieblas”, “El ceremonial” y “La cosa en el umbral”, son los relatos que reúne el presente volumen; siendo estos solo cuatro de las tantas historias que componen su basta producción literaria.

Y, aunque he de admitir que este libro supone mi primer acercamiento a Lovecraft, por lo mucho que me ha gustado, no descarto la posibilidad de volver a leerlo muy pronto.

Ahora bien, pese a que en términos generales haya disfrutado la obra, he de decir que “En las montañas de la locura” me resultó una historia algo densa de leer por tan detalladas descripciones que el autor aquí realiza de una ciudad y de unos seres ancestrales monstruosos, que habrían habitado la Tierra mucho antes que el hombre. Así, pues, ha sido el relato que menos me ha agradado de la antología.

Por otra parte, en lo que respecta a “El morador de las tinieblas” y a “El ceremonial”, se me han antojado relatos más rápidos y con mayores toques de acción. Y es que el primero de estos refiere la experiencia de un escritor con fascinación hacía los asuntos oscuros, que termina sucumbiendo tras desatar una fuerza demoniaca desconocida; mientras que, el segundo, narra cómo un hombre hace parte de un ritual macabro con seres espectrales que lo hacen adentrar en lugares tan misteriosos como tenebrosos.

Por último, “La cosa en el umbral” ha sido, por mucho, mi historia favorita. Esta, versa acerca de un hombre que comienza a ser poseído por el alma de un brujo que entonces se encontrase habitando el cuerpo de su hija, a la cual habría asesinado. Si en algún momento estuve a punto de que erizarme, ha sido al final de este cuento.

Puntuación: 4.5/5